AGI y ASI: ¿Actualizamos ya nuestro seguro de vida o esperamos un poco aún?

La Inteligencia Artificial General (AGI) promete cambiarlo todo: atención al cliente, coches autónomos, programación, salud, educación y hasta la bolsa. Pero… ¿será el avance definitivo o la antesala de nuestra decadencia? Descubre algunos usos impactantes de la AGI y lo que pasará cuando llegue la ASI (sí, hay un nivel más). Prepárate para el futuro… mientras aún tengas trabajo.

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J. Benavides

12/10/20244 min read

AGI y ASI: ¿Actualizamos ya nuestro seguro de vida o esperamos un poco aún?

Bienvenidos, damas y caballeros, al circo del futuro. Hoy hablamos de la Inteligencia Artificial General (AGI), esa maravilla que, por ahora, solo existe en la cabeza de los más optimistas... o los más ingenuos, según se dé el día. Pero cuidadín, que los laboratorios de IA ya están calentando motores. Dicen que es cuestión de "cuándo", no de "si". Y cuando llegue, nuestro mundo dará un vuelco que ni los guionistas de Blade Runner habrían imaginado.

Pensemos en un mundo donde la AGI ya está aquí. ¿Cómo cambiaría todo? Pues probablemente en formas que van desde lo meramente fascinante hasta lo absolutamente aterrador.

¿Adiós a los robots inútiles de servicio al cliente?

"Su llamada es muy importante para nosotros..." Sí, claro. Pero con la AGI, eso podría cambiar. Imagínate un sistema que no solo recuerde qué problemas tuviste con tu internet el mes pasado (y el otro, y el otro...), sino que hasta detecte tu estado de ánimo y te hable con el tono adecuado a las circunstancias. Algo así como un mayordomo digital, pero sin necesidad de propinas.

Programar sin programar: el sueño de todo dev

¿Te imaginas pedirle a la IA que te haga un código y que, por primera vez en la historia, funcione a la primera? Y no hablo del dichosito juego de la serpiente, sino de cosas serias. La AGI podría entender el software como un chef con Estrella Michelin entiende una receta. Olvídate de los bugs sorpresa y del "pero en mi máquina sí funciona". El futuro promete menos dolores de cabeza... y menos excusas para retrasar proyectos. Seguro que esto último te suena si alguna vez le has encargado un proyecto a los masters de la procrastinación...

Coches que entienden el tráfico mejor que tú

Hoy en día, los coches autónomos dependen de mapas y sensores. Pero una AGI podría interpretar el tráfico como un conductor experimentado. Bueno, como un conductor experimentado y responsable... No solo vería a ese ciclista proto-Pogacar acercándose, sino que sabría si tiene pinta de querer saltarse el semáforo al sprint. Una maravilla para la seguridad... aunque algunos seguro que echarían de menos la típica bronca de semáforo. Al fin y al cabo, es una de las características más distintivas de nuestros genes...

Diagnósticos médicos en tiempo récord

Imagínate que vas al médico y en vez de esperar meses por un diagnóstico, una IA analiza tu historial, tus genes y hasta tu cara de "creo que estoy muy malita" en segundos. Diagnósticos precisos, tratamientos personalizados y menos visitas innecesarias. Suena bien, ¿no? Ahora, si la aseguradora también se vuelve AGI, mejor vigila no recibir un "según mis cálculos, mejor que no te tratemos".

Educación sin dramas ni disgustos

Si alguna vez has pensado que la educación debería adaptarse a cada estudiante y no al revés, una AGI podría hacerlo posible. Un profe digital que ajusta la dificultad según tu ritmo, detecta dónde te atascas y te lo explica de otra forma. ¡Y hasta te proporciona ejemplos que tengan sentido para ti! Aunque, seamos honestos, seguro que los alumnos seguirían encontrando maneras de escaquearse.

La fábrica del futuro: más eficiente que Xavi en el centro del campo

Sensores por todas partes, máquinas que se ajustan ellas solitas y una IA que predice cuándo algo está a punto de romperse. La AGI en la manufacturación haría que las fábricas fueran más eficientes que la España del mundial de Sudáfrica. Pero claro, también podría significar menos trabajo humano. ¿Solución? Inventar excusas creativas para no ser reemplazado por un puñetero robot.

Finanzas: ¿la IA como broker estelar?

"Invertí en DodgyCoin porque lo vi en Insta". Error 404. Con una AGI analizando noticias, redes sociales y hasta imágenes satelitales del abrevadero de los camellos, los movimientos financieros serían más precisos que nunca. ¿Podría esto acabar con los gurús del trading que juran saber qué pasará en el mercado? Ya quisiera yo...

Jumanji de descubrimientos científicos

La AGI no solo analizaría datos, sino que también generaría hipótesis y diseñaría experimentos. Adiós a los años de prueba y error. Si se usa bien, podríamos estar ante la mayor revolución científica de la historia. Si se usa mal... bueno, ya hemos visto suficientes películas de ciencia ficción para saber cómo acaba todo esto.

¿Y si la AGI se vuelve demasiado lista y decide cambiarse el nombre?

Si la AGI es impresionante, la Inteligencia Artificial Superinteligente (ASI) ya es directamente un escenario de "game over". Una IA que sea más lista que todos nosotros juntos y que, con suerte, nos vea como algo más útil que simples pilas voltaicas... Si algún día llegamos a ese punto, lo mejor será haber hecho las paces con el cosmos... o al menos habernos asegurado de que la IA nos encuentre simpatiquillos.

Conclusión: ¿estamos listos para esto?

La AGI, que yo sepa, todavía es un sueño (o una pesadilla), pero el ritmo al que avanzamos en esto de la IA nos obliga a pensar cómo manejarla cuando llegue, que llegará. ¿Será la mayor revolución tecnológica de la historia? ¿O el mayor error de la humanidad? Sea como sea, prepárate.

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